Alfaguara, 2015
Le
guardo a la autora un cariño especial, pues llevo asociado el título de uno de
sus libros a un episodio de índole personal ocurrido simultáneamente a la
aparición de aquél. Para mejor, en 2014 le fue otorgado el premio Sor Juana
Inés de la Cruz por otra de sus obras. No podía menos que asistir a la
entrevista que sostuviera en una librería céntrica de Buenos Aires, con motivo
del lanzamiento de éste, su nuevo libro, y aprovechar la ocasión para
saludarla.
El presente es un libro constituido
por once relatos de distinta extensión, unido a tres fábulas que ofician de
coda del volumen. La obsesión por recuperar la Mackintosh que fue robada; los
remordimientos que afloran en dos amigas que hace treinta años que no se ven;
el quedarse con el dinero de otra persona con la excusa de que no le interesa o
importa; la envidia suscitada por un tapado de origen extranjero; la decisión
de abortar o no un embarazo no buscado mientras se derrumba un gimnasio vecino;
la venganza de una mujer despechada al enterarse de la muerte del hombre que
otra le quitó; el pase de facturas de un matrimonio en el que ella es la dueña
de casi todo, son algunos de los rencores, vilezas y mezquindades que aparecen
salpicando las historias que, aún cotidianas, manifiestan sus protagonistas.
Con buena dosis de frescura y gran
poder de observación, Fernández Moreno hace gala de un fino humor no exento de
ironía a la hora de exponer estos sentimientos bajos que, como bien señala su
autora,
‘son pegajosos, no se
desprenden fácilmente de las grietas donde anidan, se quedan agarrados como
garrapatas chupando su herida en forma incesante e insaciable.’
De estilo coloquial y fluido, el libro se lee rápidamente. Con personajes
bien delineados, insertos en medio de escenas diarias –un viaje en tren, una
vieja casona, una llamada por teléfono-, Fernández Moreno nos enfrenta con
nuestros compañeros inseparables; ésos que se intercalan en comentarios,
charlas de amigos, con el sólo fin de aflojar tensiones internas generadas en
otras tantas instancias anteriores. Un libro que da buena cuenta de nuestra
naturaleza venial.
¿Tan malos somos? Me gusta la propuesta pero esto de escarbar en el lado oscuro me provoca pena y es que me gusta confiar en la raza humana por muy difícil que a veces nos lo quieren poner.
ResponderEliminarEstos libros o autores unidos a vivencias nos acompañan siempre.
Besitos
Siempre aflora algún comentario, un pensamiento en voz alta que delata la presencia de alguna de estas bajezas.
EliminarYo, por el contrario, confío sólo en algunos humanos y, a la luz de los acontecimientos de Francia, cada vez más temo que no seamos gran cosa. Ningún miembro del reino animal inflige semejante atropello a sus congéneres -a no ser para subsistir-.
Un besote, Norah.
Aunque soy confiada, mucho, hasta caer en lo ingenuo, soy consciente de ese "lado oscuro". Me gustan los relatos, últimamente los busco muchos. Anoto este libro
ResponderEliminarUn abrazo
Es un libro para introducirse en la obra de Inés, que es bastante extensa -tengo todos sus libros aquí, aunque sólo he leído un par-. Algún día contaré la anécdota del otro libro suyo.
EliminarInteresante propuesta para vernos un poco a nosotros mismos.
Un abrazo grande, Ana.
Leo pocos libros de relatos pero, curiosamente, mis últimas adquisiciones han sido dos libros de relatos, (los compré en Perú).
ResponderEliminarA decir verdad, cuando he leído relato nunca me ha defraudado, hombre... No me refiero a Cortázar, Borges, Monterroso, etc, eso es apostar a caballos ganadores, quiero decir nombres no tan ilustres. Hay piezas sorprendentes que condensan el poderío de un libro entero. He investigado algo sobre la autora que nos traes y tiene una trayectoria avalada con varios premios...Cuanto menos merece una oportunidad, no tanto por los premios, que también, como por tus palabras, que para mí son lo que tiene más valor para decidirme. Cuídate Marcelo.
Bueno, Paco, yo aquí he reseñado algo de un escritor peruano, Jeremías Gamboa. Éste particularmente está basado justamente en esos sentimientos bajos.
EliminarGracias por tus líneas.
Recibe un fuerte abrazo, amigo!
Que buena definición de la autora acerca de esos bajos sentimientos, pegajosos y difíciles de eliminar porque se cuelan en las grietas y ahí se quedan a vivir emergiendo aquí y allá sin que nos demos cuenta.
ResponderEliminarLos relatos tienen esa capacidad de sintetizar que cuando están logrados, como parece ser el caso, es una gozada leerlos.
Confieso que nunca había oído hablar de esta escritora, así que cuando menos espero recordar su nombre, la dejo instalada en mi nube.
Abrazos!!
De hecho, hay un par de relatos que pagan el libro. Inés tiene muy buena obra; aquí, dicta talleres de escritura, además. Este libro es un buen inicio en sus letras. Si puedes, échale un vistazo cuando aparezca por allí.
EliminarUn gran abrazo, U-to!
Marcelo: me dejas con la curiosidad de la anécdota del otro libro de la autora :D curiosilla que soy jajaja
ResponderEliminarEs una de las autoras que quise leer este año, y creo que tendré que posponerlo para el siguiente.
Pero no quito el dedo del renglón.
Un beso,
Ale.
Prometo que, si me decido a releerlo, lo contaré en el primer párrafo de la reseña. Palabra.
ResponderEliminarÉste tiene buenos relatos, que sugiero leer, porque de alguna manera te has de sentir identificada con alguno de ellos.
No importa cuándo los leas; just do it!
Marche otro beso!