Alfaguara, 2004
I.
Tiempo atrás, U-topía me lo había
señalado como uno de los textos más representativos sobre qué aconteció con
muchos de los republicanos una vez finalizada la Guerra Civil española. Más que
agotado en las librerías, no hubo posibilidades de hallar un ejemplar en papel.
Por fortuna, pude conseguir esta versión digital y leerlo.
II.
El libro, primera parte de una
trilogía que se titula La guerra perdida,
resume la historia de Arcadi, abuelo del narrador –el propio Soler- desde el
momento en que se enroló en la milicia republicana catalana el 11 de enero de
1937, hasta su muerte. Al repasar los hechos sobresalientes de la vida de su
protagonista, Soler historia la vida familiar de quienes tuvieron que tomar la
vía del exilio después de ser sometidos a todo tipo de vejámenes en la costa
francesa, donde fueron confinados una vez que, en su huida de las tropas
franquistas, cruzaron los Pirineos. Nunca se les ocurrió que los franceses
habrían de colaborar con Franco, como tampoco sospecharon que la ocasión de sobrevivir vendría de la mano de la embajada mexicana.
La versión digital, gentileza de Epublibre
III.
Arcadi pasó algo más de año y medio
en la playa de Argelès-sur-Mer junto a otras decenas de miles de refugiados, enfrentado
a la intemperie del mistral y dos crudos inviernos en condiciones infrahumanas,
viendo morir a muchos de sus camaradas y sin mayores esperanzas de liberación.
Fue un golpe de suerte el que le permitió escapar de semejante situación,
cuando era trasladado nuevamente a la frontera para ser prisionero de Falange.
La invalorable ayuda de Luis Rodríguez, el embajador mexicano en París, y de su
secretario Leduc, ambos a las órdenes del general Cárdenas, quienes no sólo le
facilitaron el asilo dentro de la propia embajada –aún cuando ésta debía
trasladarse de lugar, debido a la invasión nazi- sino que le proveyeron la
salida hacia México, ocupa gran parte del relato. El resto, narra la vida en
Galatea, una aldea mexicana en Veracruz, donde Arcadi y algunos de sus ex camaradas, una vez
reencontrados, decidieron sentar sus reales y hacerse empresarios en el negocio
del café.
IV.
En estilo coloquial, Soler compone
una obra intermedia entre la ficción y el testimonio con aquellos que hicieron
del exilio su forma de vida tras la derrota frente al franquismo. En este
sentido, cubre un vacío de información a la vez que desafía el silencio
impuesto por los vencedores sobre los vencidos. Muchos de éstos murieron sin
poder regresar a su tierra; otros, se desencantaron al volver después de la
muerte del caudillo, pues ya nada quedaba de lo que habían conocido cuarenta
años antes. Con buen ritmo narrativo, golpes de efecto y tensión hasta el
final, el libro fluye amena y rápidamente. De lectura obligada para la memoria
colectiva.
Aquí no puedo. Demasiado para mí, además acabo de salir de uno de la guerra y ni media intención tengo de volver por un tiempo.
ResponderEliminarBesitos primaverales
Bueno, déjalo pasar. Pero de los que he leído sobre la Guerra Civil española, está entre lo mejor.
EliminarUn beso, Maja.
Hola Marcelo
ResponderEliminarME interesa el tema y el escritor así que lo apunto y lo busco, pero, ya sabes que soy un pesado jaj, subo la apuesta y te presento un extraorddinario libro de parecido tema, que se titula "el diario de Hamlet García" de Paulino Masip, para mí la mejor novela española que he leído del siglo XX
Cuídate
Hola, Wine
EliminarNo se cómo serán las otras novelas que componen la trilogía; ésta me ha parecido más que buena.
Me lo pones difícil con Masip, pero veré qué chances reales hay de conseguirlo.
Un abrazo grande.
Me alegra mucho que te guste la novela de Jordi Soler, como bien dices es una obra a medio camino entre la ficción y la realidad que el autor acostumbra a dominar. Una parte de mi familia estuvo también eso dos inviernos en Argelès-sur-Mer y recordaban especialmente el aire. Cuando visité esa playa hacia mucho viento, era febrero, la visión de esa enorme playa me estremeció de arriba a abajo.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo!!
Debe ser sobrecogedor visitar un lugar tan cargado de historia familiar.
EliminarSoler describe con acierto la secuencia de hechos ocurridos a quienes decidieron cruzar los Pirineos; la mayoría de los mortales -entre los que me incluyo- teníamos poca o ninguna idea. Parece que también a ellos les alcanzó el silencio del franquismo.
Gracias por la recomendación.
Un gran abrazo para ti, U-to!
Hola Marcelo.
ResponderEliminarUna buena parte de los republicanos, sus intelectuales, etc, encontraron en México una última oportunidad de seguir adelante, y la mayoría la aprovecharon muy bien. Pienso, tras la excelente propuesta que nos presentas, en tantas valiosísimas historias personales que ha enterrado el olvido, por eso me interesan estos libros.
Gracias Marcelo!
Un abrazo.
Hola, Paco!
EliminarCreo que si no hubieran hecho esa opción, los republicanos sobrevivientes habrían muerto en la playa francesa o a manos de Falange en la frontera.
Me alegra saber que despierta tu interés un libro que habla de algo que no debiera volver a suceder. Ni allí, ni en ningún lugar del mundo.
Cuídate, amigo!