martes, 8 de enero de 2019

Espíritu turco. Cinco ciudades, Ahmet Hamdi Tanpinar


Sexto Piso, 2018

I.

            Fue verlo en la Red y decidir adquirirlo. Por lo que se anunciaba, no tenía que ver con otros escritos del autor. Justamente eso fue lo que despertó mi curiosidad. Tuve que vérmelas en figurillas para obtener un ejemplar; nadie sabía de él. Una vez hallado y acabado, el contenido estuvo a la altura del oneroso desembolso.

II.

            La casa editora compila en este libro una serie de ensayos publicados entre 1941 y 1945 en diversos medios turcos sobre sus reflexiones sobre un grupo de ciudades referentes, desde la caída de Constantinopla –el fin del Imperio Romano de Oriente, en 1453- hasta el momento en que fueron escritos. Para esto se vale de la arquitectura, la música y las artes de las mismas –a más de las figuras políticas y artísticas correspondientes-, recorriendo varios siglos de historia nacional, de gobernantes y creencias, de selyuquíes, otomanos y turcos que heredaron ciudades, pueblos y gentes, imperio y república.

III.

            Ankara, Erzurum, Konya y Bursa, todas ellas en Anatolia, son visitadas por este caminante sin par a lo largo de su vida, rescatando de cada una los elementos más significativos que hacen a la sociedad y el rol que cumplieron en la vasta historia de Turquía. Como era de esperar, dedica algo menos de la mitad del libro a Estambul. Monumentos, mezquitas, poemas, miradas, anécdotas y un juicio de la Historia despojado de connotaciones políticas son los elementos que Tanpinar –maestro de Pamuk, según palabras de éste- utiliza para describirnos cada ciudad, como un Cicerone que va develando secretos que hacen al tejido social, al espíritu turco.

IV.

            En un estilo que roza lo poético, Tanpinar nos invita a acompañarlo en un viaje hacia un pasado que ha sido tan glorioso como doloroso. Haciendo una reflexión, dice,

‘Si se piensan estos poemas a la luz de la época en que fueron escritos, resulta ser como una última oración que se eleva desde un barco que se hunde. Toda la creación se encuentra ahí, en ese amplio gemido que se dirige directamente a Dios. Anatolia, consumida y hundida, se lanza sobre esa oración o invitación que nace del eco de todo lo que ha desaparecido arrastrándose como un animal herido entre tantas diferencias de credos y costumbres, estirpes y sangres, y vuelve a la vida bebiendo de aquel manantial. Porque ésta es la voz de la esperanza y el perdón.’

V.

            Por un lado, hay una vertiente nostálgica que impregna el texto sobre un pasado al que no se le ha guardado el debido respeto. Pero sobre el final el autor reconoce que sería poco menos que imposible vivir hoy en la corte de Solimán el Magnífico sin renegar de los beneficios que apareja la modernidad; una manera de reconocer que el presente es irrenunciable. Un libro para recorrer los rincones de una histórica Turquía, que apasionará a cualquier buen lector.

8 comentarios:

  1. Parece un viaje intenso y emocionante no solo por Turquía sino también por su historia. Un país al que confieso solo me he acercado puntualmente. No le diré que no a este libro si me lo cruzo.
    Un abrazo

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    1. Mientras lo leía, me recordaba al de Andric, 'Un puente sobre el Drina', como si la arquitectura de una ciudad, un puente, una mezquita, reflejara su frondoso pasado y nos hablara de tiempos y de memorias.
      Un buen libro, para viajar sin moverse de casa.
      Me alegro que ya estés de vuelta, Lorena.
      Un abrazo.

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  2. Interesante, aunque no soy mucho de ensayos. Estuve en Turquía en el año 1994 y conocí alguna de las ciudades que se mencionan. Fue un viaje intenso en el que recorrimos gran parte del país en coche alquilado. Ha debido de cambiar mucho desde entonces.
    Un beso.

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    1. Imagino que no debe de haber cambiado tanto en estos años como parece haberlo hecho a partir del siglo XI.
      Te guardo sana envidia de ese viaje, Rosa. Algún día...
      Un libro muy interesante.
      Un beso.

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  3. Hola, amigo Marcelo!
    Traes un libro muy atractivo, para empezar me gusta el ensayo tanto o más que la novela. Y el escenario geográfico es impresionante. Mis experiencias con otras miradas viajeras de grandes escritores siempre ha sido muy satisfactoria... y además Tanpinar ha sido maestro de Pamuk, casi nada...

    Tomaré nota,sin duda.
    Feliz año pibe!!!

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    1. Hola, Paco! Qué bueno tener noticias tuyas!
      Con este libro de Tanpinar viajas, sí o sí, por la historia de Turquía, con sus miradas, sus gentes y sus artes. Piensa en Bizancio o Constantinopla, por solo citar parte de ello. Anatolia acumula al Asia Menor del Evangelio!
      Un libro colosal; un viaje emotivo, de esos que son parte de tus lecturas. Ojalá lo encuentres y sea de tu agrado.
      Te auguro un muy buen 2019, Paco. Pleno de buenas lecturas y buenos momentos.
      Un abrazo, chaval!

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  4. Hola Marcelo.
    REcuerdo buscar un libro hace años y la cara de estupefacción de los libreros_-recuerdo que fue en VItoria Gasteiz- al decirles el título y no conocerlo, Tampoco ayudaba que se trataba de "Cigarrillos" de Harry Mathews(obsesión mía en aquella ñepoca) tanto fue así que alguna libreria me mandó al estanco a comprar tabaco, jajaj. Creo que no ayudaba que era de mañana y mi cara de haber tenido un noche pasada por alcohol(homenaje tardía a mis noches universitarias en esa ciudad jaj)
    Tapinar lo he leído en textos sobe literatura Turca, pero nunca he leído ni tenido nada suyo. El hecho de ser ensayo, el cual ando leyendo bastante, me resulta atractivo, veré si lo encuentro, a pesar de que Sexto piso suele ser de precio alto y...
    gracias Marcelo
    cuídate

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    1. Hola, Wine
      Resulta graciosa la anécdota, sobre todo porque no estabas en Madrid, sino en el País Vasco, y tampoco en Pamplona.
      A mi me ha gustado Tanpinar en narrativa; la buena experiencia me llevó a esta colección de ensayos -muy buena, a mi manera de ver, aunque un pelín nostálgica-.
      Ni qué decir lo costoso del ejemplar aquí, vamos. Creo que un bucanero habría debido entregar uno de sus dientes de oro, ja, ja. Pero, sarna con gusto...
      Un abrazo, Maestro.

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