Siruela - Grupal, 2015
I.
La experiencia previa sobre las letras de
Walser había sido tan agradable que decidí volver a uno de sus escritos más
breves. Y nuevamente me despido colmado de belleza; de un ejercicio literario
mayúsculo, por más que el contenido sólo sea una mera descripción del acontecer
de un caminante y las reflexiones, diálogos y suposiciones que, en su
derrotero, va desgranando a medida que interactúa con personas y objetos.
II.
Narrado
en primera y exclusiva persona, el protagonista se asume como un poeta sin
éxito, quien necesita de un paseo para salir del encierro que le provoca su
búsqueda, y así hallar una inspiración que le permita plasmar algo sobre un
papel en blanco. En medio de un entorno rural, se afana en describir lugares y
situaciones tanto como pensamientos propios o supuestamente ajenos, en una
suerte de esgrima literaria que intenta justificar sus argumentos, a sabiendas
que él mismo es víctima de sus asertos.
III.
La
charla con un librero, el paso por la sucursal bancaria en busca de fondos –que
han sido donados-, el encuentro con alguien a quien teme, una joven que entona
una canción, son algunas de las circunstancias que disparan sendos soliloquios,
acompañados por una bucólica y romántica mirada sobre la belleza del día y de
las casas que le rodean, sin eludir la ironía y la burla.
IV.
Es
cierto que su prosa puede llegar a pecar de parecer ampulosa y un tanto
engolada pero, a cambio, desarrolla magistralmente cada pensamiento sin
economizar vocablos. Por momentos, recuerda esos magníficos y extensos párrafos
descriptivos de Proust. Y la presente traducción, a cargo de Carlos Fortea,
sólo refuerza esa sensación con la vastedad y riqueza de la lengua española.
V.
De
estilo coloquial y ameno, haciendo gala de una destreza sin igual en el uso del
lenguaje, Walser demuestra palmariamente que no se requiere encarar grandes
objetivos ni abordar temas de actualidad que inquietan a los lectores para
lograr buena literatura. Aún el más banal de los paseos puede servir como
elemento disparador. Un libro que deleita; tan breve como brillante.
¡Hola, Marcelo!
ResponderEliminarMe gusta esa edición sencilla del libro, generalmente me invita a leer. También me gustan los párrafos largos, descriptivos, que me sumergen en la historia y el sentimiento de la misma.
No lo descarto. ¡Gracias por la crítica!
Un beso.
Hola, Tamara!
EliminarSi te gustan los párrafos largos, no dejes de leer a Proust! Este libro es un ejercicio literario más que interesante. Y, además, breve.
Nada que agradecer. Al contrario, gracias por darte una vuelta.
Un beso para vos.
Imposible recordar desde cuándo está este libro en la lista ni cuántas recomendaciones me han llegado. Creo que no hay excusa más que lo limitado de nuestro tiempo. Algún día saldré por fin de paseo.
ResponderEliminarBesitos comprometidos
Cierto que nuestro tiempo es limitado, pero vale la pena encarar esta lectura. Lo harás de un sentón; es bastante breve y fluye con rapidez.
EliminarEl problema contigo es que, a esta altura, pareciera que tus paseos se circunscriben a la biblioteca que está frente a tu domicilio -ésa en la que, imagino, me estarás gestionando un puesto de funcionario para cuando pase a retiro-.
Disfruta de este paseo.
Besitos sonrientes.
Tengo este libro en mi estantería de pendientes hace tiempo, desde que leí a Vila-Matas en "Bartleby y compañía", libro en el que menciona a Walser varias veces como uno de los muchos Bartleby que ha habido en la literatura. De hecho, el primer capítulo le está dedicado a él.
ResponderEliminarA ver si con esta reseña me animo. Siempre digo lo mismo, pero es que tengo tanto con lo que animarme que no puedo hacerlo con todo.
Un beso.
Por lo contrario, no he leído a Vila-Matas en ese texto. Lo apuntaré si destina a Walser un capítulo.
EliminarEs imposible encarar todo lo que uno desearía leer; la lista de pendientes se expande como el universo. Ahora que lo pienso... ¿no existirán 'libros oscuros'?
Dada tu voracidad lectora, lo concluirás rápidamente. Y lo vale.
Un beso para ti, Rosa.
¡Hola Marcelo! Es genial encontrarse con autores de los buenos, de esos que dominan el lenguaje y narran de una forma especial. No dudo que este autor sea uno de ellos (algo de curiosidad sí me has incitado), pero también es cierto que igual para que me apetezca su lectura necesito que también me apetezca el argumento (aunque no por eso dejo de reconocer el mérito que tiene transmitir mucho con un simple paseo y sus reflexiones
ResponderEliminarBesos
Hola, Marian!
EliminarWalser es un autor excelente, aunque quizás los temas que aborde no sean del gusto del actual 'streaming' literario.
Este libro enseña dos cosas: cómo observar aquello que nos rodea y cómo utilizar magistralmente la enorme riqueza de nuestro lenguaje, siendo conciso. Lo puedes leer en un rato. Te sentará bien.
Un beso para ti.
Apreciado Marcelo.
ResponderEliminarMe has puesto la miel en los labios con este título de Walser... que ni me acuerdo ya cuando lo apunté.
Ya me conoces, eso de caminar y observar en derredor va totalmente conmigo.
Veo que te ha vuelto a convencer Walser... Caminar, ¿hace falta algo más?
Un abrazo grande, pibe ;)
Amigo, Paco!
EliminarAmbos lo debemos haber apuntado probablemente de Andrómeda -quien parece haberse retirado-, hace ya varios años.
Éste sí es un libro de los tuyos, escrito especialmente por Walser para ti y tus caminatas, tus ascensos, tus fotografías.
Para más, es breve y poético. A ver cuándo te le animas.
Un fuerte abrazo, chaval!
Me lo llevo sin dudar, libros que hablan de caminar, que hablan de detalles que la mayoría ni vemos, hacer importante lo que tenemos alrededor, es perfecto, salvo por su longitud, me quedaré con ganas de más, seguro.
ResponderEliminar"Libros, caminos y días dan al hombre sabiduría"
Un abrazo Marcelo.
De estos libros, que se elaboran en base a paseos y observaciones, quizás 'Austerlitz', de Sebald, o 'Cinco ciudades', de Tanpinar, se encuentren también en el grupo.
EliminarUn libro más que interesante, aún en lo breve.
Un abrazo para ti, Ana.
Leí hace tiempo ya "El ayudante" y me pareció muy hermoso, a pesar de su amargura. Es uno de estos autores brillantes.
ResponderEliminarUn abrazo, Marcelo. Cuídate.
Insistí en la lectura de Walser después de la buena experiencia con 'Los hermanos Tanner'. Aún me queda el que citas y alguno más.
EliminarGracias por darte una vuelta por aquí, Rocío.
Un abrazo para ti.