Minúscula, 2018
I.
Es extraño. Este minúsculo libro fue comentado por un par
de lectoras en el intervalo de una misma semana quienes, cada cual a su estilo,
ponderaron su contenido, por lo que le apunté. Mucho después vino la pandemia que,
para quien vive solo, hizo necesario recibir una inyección de ánimo, tras meses
de clausura carmelita. En medio de
algo mucho más sustancioso, lo
intercalé como quien intenta ventilar un cuarto en el que el aire puro comienza
a ralear.
II.
Esta
es una historia familiar que comienza a principios de siglo XX. Leandro, quien
vivía junto a su esposa Teresa en Argentina, decide trasladar su vida a Italia,
por lo que manda a construir una casa para dar cobijo a su familia. Pronto la
casa se halla concluida y la pareja alberga a sus dos hijas mayores, que se
acompañarán con otros tres nacidos allí. Pero no todo es alegría. Las primeras
son víctimas de una gripe española al poco; uno de los varones militará en el
naciente fascismo, con sus naturales consecuencias.
III.
Con
una maestría sin igual, Alberico nos transporta al sur italiano donde la
familia Olivieri habita esa casa, una generación tras otra, con altibajos,
pérdidas, renuevos, abandonos y presencias. Lo curioso es que quien narra en
primera persona los avatares familiares es la propia casa. Es su voz de piedra
quien se hace cargo del relato, con múltiples detalles que se centran en lo
vivido dentro de sí, incapaz de ir más allá por desconocer los rumbos de sus
personajes.
Versión digital, gentileza de EpubLibre, que en papel jamás llegó.
IV.
Un
punto importante es que las protagonistas son mujeres. Los hombres, más
propensos a las actividades comerciales –e incluso la guerra- no pueden ser
abordados por la narradora, fuera de su ámbito. Por otra parte, llegamos hasta
fines de los años sesenta del siglo anterior, donde los costos de manutención
han subido tanto que a los herederos se les hace cuesta arriba sostener los
gastos de una casa que, si bien los nuclea, visitan en raras ocasiones.
V.
Con
una prosa fluida, Alberico historia la Italia profunda, la sureña, con gran
respeto por sus habitantes, sus alegrías y tristezas, aciertos y fracasos, sin
eludir el ascenso y caída del fascismo y la vida posterior. Para mantener la
tensión narrativa, alterna episodios ocurridos en distintos tiempos, en una
suerte de acertados flashbacks. Hasta
se da el lujo de incluir amores clandestinos en medio de una familia
tradicional y conservadora. Coloquial y amena, la pequeña
novela discurre muy emotivamente de un sentón. Algo breve a tener en cuenta por
todo buen lector.
El caso es que he visto esta novela reseñada en algún blog y no recuerdo en cuál. Me llamó la atención y sigue llamándomela el hecho de que la narradora sea la propia casa. La verdad que la tenía olvidada, así que gracias por el recordatorio.
ResponderEliminarUn abrazo
Es un libro que combina brevedad y una voz narrativa singular. Historia un poco la vida en el sur de Italia desde principios de siglo XX hasta los '60. Una propuesta interesante, Lorena.
EliminarUn abrazo para ti.
¡Hola Marcelo! Interesante lo que cuentas... Me gustan los temas, gripe española, fascismo, que las protagonistas principales sean mujeres y sobre todo me llama la atención que el narrador de lo que ocurre sea la casa, aunque imagino que con el tiempo, sus herederos acabaron deshaciéndose de ella ¿no?
ResponderEliminarNadie mejor que las paredes o muros de una vivienda testigos de todos los pormenores familiares para contar sus entresijos
De verdad que sí me ha parecido curiosa lectura, como muchas de ellas que me descubres
Besos
Hola, Marian! Creo que si las casas hablaran, no nos daría la vida para escuchar lo que tendrían que decir acerca de nosotros mismos...
EliminarLa excusa narrativa es que la casa se ha de vender; los herederos no quieren/pueden seguir acarreando los costos y sus nanas. Pero... Dale una oportunidad, si lo ves en la biblioteca!
Gracias por tu aliento.
Un beso para ti.
Pues yo soy buena lectora así que habré de tenerlo en cuenta. Me gusta la historia, el lugar y la época aunque espero que me ahorre detalles del fascismo. Lo del narrador peculiar no me convence, nunca le he visto el encanto a esas cosas, donde haya un humano...
ResponderEliminarBesitos de compaña
Es una lectura muy fluida, Guapa. Y del fascismo sólo alude a lo que ha de pasarles a los adherentes de una aldea una vez concluido, nada más.
EliminarLa mirada de la casa acerca de sus ocupantes resulta bastante interesante. Es un libro ameno y muy breve. Tenlo presente.
Besitos insistentes.
Una casa que cuenta las peripecias de la familia que la habita es una tentación mucho mayor de la que puedo resistir.
ResponderEliminarLo que me extraña es que llamas minúsculo al libro y contando la historia a lo largo de medio siglo, no creo que pueda ser tan minúsculo. ¿O es un juego de palabras con el nombre de la editorial?
Por cierto, acabo de leer hace unas semanas "El tiempo es un canalla" de Jennifer Egan, de la misma editorial. No la conocía, pero veo que habrá que tenerla en cuenta.
Un beso.
Ja, ja. Es 'minúsculo' porque su formato cabe en el bolsillo de tu chaqueta, Rosa. No cuenta más que con una centena y media de páginas -y en el soporte electrónico, mucho menos-. Y también he aprovechado la alusión a la editorial.
EliminarLa casa editora alberga bajo su sello buenos títulos y autores. Yo había leído 'El mar no baña Nápoles', de Ortese, y me había gustado. Aquí, el problema son los costos: el precio de un libro breve de Minúscula está a la altura de uno voluminoso de cualquier grupo editorial de consumo masivo.
Éste te gustará.
Un beso para ti.