I.
Primero, lo apunté cuando aún
pertenecía a otra casa editora, aunque debí esperar que el sello de marras lo
cobijara y se hiciera presente en estas costas. Luego, hice experiencia con un
título posterior de la misma autora y me gustó su prosa. Finalmente, un
gracioso malentendido sobre una lectura compartida que no era tal me obligó a
darle curso –y organizar una puesta en común-, al ver el grado de adhesión que
había alcanzado en el grupo lector del que participo.
II.
Este breve y emotivo libro, que
tiende más a ser un testimonio de vida que una novela, narra las peripecias de
su protagonista –alter ego de la
autora-, nacida en Saigón en una familia acomodada hacia fines de la guerra de
Vietnam quien, por momentos, recuerda su infancia feliz y cómo aquello que
era su mundo, se derrumbó en el
momento en que debieron abandonarlo todo debido al avance del comunismo, cuando
solo contaba con diez años de edad.
III.
Tres décadas después, rememora no sólo
la conflictiva salida del país –siendo parte de los boat – people (migrantes en barcos)-, sino su llegada a Malasia en
calidad de refugiados y su posterior arribo a Montreal, lugar del que no
conocía siquiera el idioma. Pasado el tiempo, habiendo desempeñado actividades
y oficios diferentes en el afán por sobrevivir en una tierra extraña, la vida
le devuelve la posibilidad de regresar a su país.
IV.
El conjunto de historias que contiene
se presentan en capítulos breves, de corta extensión, en los cuales cada una de
ellas da paso a una nueva hilvanándose, tejiéndose entre sí, donde una niñez
plena alterna con momentos difíciles, la extrañeza de un lugar distinto, gente
que los ha albergado, todo sin solución de continuidad y donde el pasado y el
presente se van mezclando para conformar un testimonio de vida, que se instala
en el universo del lector como un arrullo que procede de Oriente.
V.
De estilo frontal y directo, con frases que, aún con la brevedad de su estructura, merecen ser leídas y releídas, los lectores acceden a un texto emotivo, sin golpes bajos ni de efecto; una síntesis de lo ocurrido y de lo que acontece en un presente que resulta promisorio tras la desesperanza. Un libro que emocionará a lectores sensibles.
Me encantó. Creo que hay otro publicado pero no lo he leído. Un abrazo
ResponderEliminarA mi también, Esther! Agradezco que un malentendido me haya proporcionado tal disfrute.
EliminarHay un par más, de la misma autora, publicado por el mismo ello editor. Para seguir disfrutando.
Un abrazo para ti.
Una experiencia excelente de lectura compartida.Gracias,Marce!!
ResponderEliminarEl mundo debiera saber que, en tu despiste, nos permitiste deleitarnos con semejante lectura -cuando muchos no tenían la más mínima idea acerca del libro-.
EliminarGracias por impulsar la lectura, y compartir su puesta en común.
Un beso, Teresa.
Recuerdo sonriéndome ese despiste( uno más de tantos😉).Otro beso para vos querido Marce.
EliminarHola. Me gusta que me arrullen y también los narradores orientales. Ya no tanto las historias que van saltando de acá para allá, ni las frases cortas que parecen un listado de tareas o de cualquier otra cosa. Pero sí me llaman la atención las migraciones, el empezar vida en otro sitio. Así que el libro tiene tantos puntos a favor como en contra.
ResponderEliminarBesitos indecisos
Tiene un poco de lo oriental, mezclado con un aprendizaje de lo occidental, a la fuerza. Cuando no dominas el idioma que te rodea, ni siquiera conoces las costumbres ni la comida local, todo supone un enorme desafío.
EliminarSospecho que a tu corazón sensible de lectora le agradará sobremanera.
Besitos confiados.