Debolsillo, 2009
I.
Hace casi una década ya, dos de mis referencias
lectoras coincidían en sus apreciaciones sobre las bondades de este material,
momento en el cual, como suele ocurrir, al ir en su busca se hallaba agotado. Hubo
una espera de más de un año antes de que apareciera en el mercado de usados. El
estado de este ejemplar era impecable, razón por la que debí afrontarlo como si
fuera nuevo. Otro título del mismo autor, bastante afamado, no había colmado
mis expectativas; pasados los años, decidí brindarle esta nueva oportunidad.
II.
El protagonista, Cornelius (Bud) Suttree, es
un hombre de edad desconocida, que ha abandonado una vida acomodada, con mujer
e hijos, para establecerse sobre una casa flotante en Knoxville, sobre las
márgenes del río Tennessee. Su única fuente de ingresos proviene de su pesca, la
que ofrece en el mercado local. Su vida está inmersa en una supervivencia
exigua, y comparte las vicisitudes cotidianas con otros personajes tan extraños
como él.
III.
Parco en el hablar, generoso con
los demás, buen consejero, Suttree intenta mantenerse alejado del alcohol y las
drogas. Hombre de poca fortuna con las mujeres, sus amigos y compañeros de
aventuras son todos marginales como él mismo: un viejo ferroviario, un
chatarrero, una curandera y el jovenzuelo Harrogate quien, con su inexperiencia
y alocadas ideas, pondrá cierta dosis de humor en medio de la tragedia que
viven estos indigentes. Como fuese de esperar, la policía y la cárcel son
elementos omnipresentes y parte de su diario vivir.
IV.
Ambientada en 1951, la novela participa de la
lenta cadencia del río, verdadero nervio motor del acontecer de los personajes,
quien con su eterno fluir convoca a una relación recíproca con la vida humana.
En ese aspecto, McCarthy acierta en que aquél rija los tiempos narrativos. Por otra
parte, rescata a un hombre que, más allá de las diferencias sociales, mantiene
sus principios a rajatabla, como ejemplo de vida para el resto, que reconoce en
él un liderazgo silente.
V.
Con una prosa poética rayana en el más sublime lirismo, escenas de alto contenido emotivo y una construcción psicológica apropiada de los personajes, la novela no solo se disfruta, sino que dispara interrogantes acerca de la vida de los desposeídos, de sus carencias y de sus debilidades tanto como de su solidaridad entre pares y el esfuerzo por salir de ese estado de ignominia e indiferencia social que reviste la pobreza extrema. Una novela carnosa y emocional. Literatura de la buena.
Querido Marcelo:
ResponderEliminar¡Feliz 2023!
De este señor no he leído nada, ni siquiera su afamada La carretera, que sospecho igual será esa su decepción.
Pero tengo reservada la nueva en la biblioteca, Stella Maris, me llamaba la atención. Luego me apunto esta.
Besitos renovados
Feliz 2023 para ti, Guapa!
EliminarSospechas bien. McCarthy escribe muy bien, y esta novela me ha gustado mucho.
Cuando leas la que tienes en ciernes, haznos saber cómo te ha resultado.
Besitos esperanzados.