miércoles, 5 de julio de 2023

e-book 131. Transgresiones sociales. Flaperas y filósofos, F. Scott Fitzgerald

Godot, 2020

I.

               Leer a Fitzgerald es visitar los años locos de hace un siglo: una época donde reinaban el charleston y el corte de cabello a lo Bob; una vida de liviandad e inconsciencia –mayormente neoyorquina- donde la clase media acomodada local alternaba entre la bohemia y el despilfarro –sustentado en burbujas, como las del champán que se consumía, que bien darían cuenta hacia fines de esa década-. Una propuesta de lectura grupal me decidió, pues tenía el ejemplar.

II.

                El volumen incluye ocho relatos que desarrollan la esencia de un flapper: joven cerca de la veintena –mujeres en su mayoría-, que no responden al comportamiento social que de ellas se espera. Así, esas féminas resultan tan frescas y espontáneas como caprichosas y antojadizas, conscientes de su belleza y su poder para neutralizar –y/o conquistar- al género masculino; sobre todo, a aquellos apetecibles por su prosapia… y billetera, claro. Son filósofos aquellos varones que pueden reflexionar sobre lo que les sucede y extraer conclusiones: aprendizajes que los han de mejorar. En síntesis, una expresión que se acerca a lo fashion de hoy: algo transgresor que es aceptado y está de moda pero que, como tal, posee una naturaleza efímera.

III.

               Una jovenzuela que se niega a abandonar a un hombre maduro por la quimera de uno más joven; otra, que decide dejar su pueblo para obtener un buen matrimonio; una muchacha que visita a su hermano monje, dispuesta a cortar una relación con un hombre casado; un muchacho que se convierte en ladrón para tener ingresos fáciles, o un hombre que aprende a puñetazos cuál debe ser su norte, son parte de lo que Fitzgerald nos propone, en esta mezcla de festejos y nocturnidad, donde campea el alcohol y el clima festivo.

La versión digital, gentileza de EpubLibre

IV.

                Sin embargo, no todo es pasatismo y ligereza. Fitzgerald repara en la periferia de la sociedad, donde los aspirantes a una vida mejor no siempre alcanzan sus objetivos, como tampoco aquellos que parecen estar asentados dentro de sus roles sociales están inmunes a malas nuevas. En ese aspecto, los cambios que fuerzan la pobreza, la falta de escrúpulos –capaz de expoliar a un grupo de pioneros de sus tierras- o los avatares con que la guerra sacude a las familias se hacen presentes en sus líneas. La efervescencia no oculta sus amargores.

V.

               Ambientada entre Georgia, Florida y Nueva York, con una prosa más que fluida –y una pluma que parece desplazarse sobre el papel por sí misma-, el autor testimonia la realidad de su tiempo. Puede parecer superficial, y a veces, hasta predecible, pero sin duda refleja como nadie la vida de la misma clase a la que él pertenecía. Una lectura muy interesante y ágil.

4 comentarios:

  1. No conocía este libro de cuentos de Scott Fitzgerald, un autor del que he leído varias novelas que me encantan, algunas un par de veces.
    Tomo nota. Los cuentos no me gustan tanto como el formato más largo, pero hay autores que gustan en cualquier formato.
    Un beso.

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    1. Es un 'rescate' del primer Fitzgerald, Rosa. Por lo que dice en el prólogo, un grupo de traductores se dieron cita para compartir el trabajo de traducción de esta colección que data de 1921.
      Tiene altibajos, pero mantiene frescura sin dejar de observar el entorno social dentro del cual se movía el propio Scott. En el balance, sale airoso.
      Un beso para ti.

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  2. Querido Marcelo, esta gente sabía divertirse. También es verdad que luego venían los llantos y el rechinar de dientes, porque todo acaba por cansar y si no evoluciona, mal asunto. Me gusta el término flaperas, que seguro le han dado al señor Fitzgerald mucho juego en estos relatos que me apunto. Siempre es bueno un viaje a la vida loca.
    Besos

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    1. Fueron tiempos alocados aquellos años '20, tras una cruenta Guerra Mundial. Parecía que el futuro promisorio de EEUU no tendría fin. En fin, luego llegó el crack del '29 y...
      El término 'flappers', según una querida amiga -profesora de letras-, se acunó por el aleteo que causaban las cortas polleritas que las jóvenes usaban en sus salidas sociales.
      Es un libro que te gustará.
      Besitos confiados.

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