I.
La marea entusiasta empujó esta
lectura. Es que el autor se hallaba de visita aquí cuando le otorgaron el Premio
Pulitzer y el grupo lector se sintió convocado a saber de qué trataba. Ante la
efervescencia generada, nos propusimos compartir la puesta en común con tiempo. Para un escritor norteamericano de origen argentino, no dejaba de aportar
un atractivo adicional. Tras la lectura de ésta y su obra anterior, brindo mis
humildes notas.
II.
La novela se centra en el crack de la bolsa neoyorquina de octubre de 1929 con posibles consecuencias
hasta hoy. Se divide en cuatro textos: el de Harold Vanner, una novela sobre un
lobbista a quien sindica haber
manipulado los valores de la Bolsa; el descargo de Andrew Bevel, que se ha
sentido acusado en ese libelo; la historia de Ida Partenza, encargada de elaborar
ese descargo –contado muchos años después- y, finalmente, las revelaciones que
Mildred Bevel –esposa del magnate- allega a través de un diario que no había
visto la luz –y que Partenza lega-.
III.
Son múltiples los planos de
análisis que la obra depara. Inicialmente, la denuncia sobre una artera manipulación
de inversionistas en la Bolsa de Nueva York, con sus manejos non sanctos. Luego se halla lo que, a mi
juicio, resulta el nervio central del texto, a saber: el Poder construye su relato, con una explicación
oficial con la que debe convencerse a
los ciudadanos. Finalmente, Díaz rescata la figura femenina, denostada por el establishment y por la sociedad de su
tiempo, haciendo de Mildred Bevel no solo un adalid inteligente en el mundo de
las finanzas, sino una verdadera heroína luchando contra el confinamiento que se
le impone.
La versión digital, gentileza de una amiga
IV.
Existen, además, puntos remarcables. El padre
de Ida es un italiano de origen anarquista que revela cuán combatida ha sido
esa opción política en E.E.U.U. –cuyo clímax se alcanzó con la ejecución de
Sacco y Vanzetti-. Por otro, al hurgar en el pasado de los Bevel y su entorno
social, se pone de manifiesto que el origen del gran poder de las finanzas del
país subyace sobre un pasado esclavista
que el común de su población prefiere olvidar. Son las apropiaciones indebidas las que hacen funcionar su economía y las
responsables del origen de su riqueza.
V.
Con una prosa que cambia con el narrador, la novela fluye bien. Algunos lectores amigos acusaron cierto grado de indiferencia hasta el fin de la primera mitad. Todos hemos recuperado el interés y la confianza a partir de allí. La última parte, que guarda sesgos poéticos y una forma de expresión poco usual, ha hecho la delicia de la mayoría por la que, en conjunto, se recomienda esta lectura. No posee la originalidad de su antecesora, pero resulta más que interesante.
Querido Marcelo. He leído A lo lejos, y tengo que decir que es de esos autores que exigen dosis extra de paciencia y a veces uno no está para estas cosas. Aunque me han recomendado mucho esta novela también, la encuentro interesante así que esperaré a tener el ánimo necesario para afrontar esa primera mitad que sospecho a mí también se me va a hacer pesada.
ResponderEliminarBesitos animados
Majísima, ten presente que es una novela que entronca con la historia de los EE.UU. y su riqueza. No obstante, la segunda mitad justifica ampliamente el bufido de la primera (casi como me ha pasado con 'Hamnet'). Con paciencia, lo lograrás.
EliminarBesitos sinceros.
Tengo pendiente a este autor tanto con esta novela como con A lo lejos. Veo por tus líneas que Fortuna es una novela compleja y ambiciosa pero que consigue cumplir con sus pretensiones.
ResponderEliminarUn abrazo
Es una buena novela, Lorena, aunque en lo personal, a mi me gustó más la anterior. Sospecho que las dos serán de tu agrado; Díaz tiene un estilo fluido y sólido.
EliminarUn abrazo para ti.