domingo, 20 de octubre de 2019

Novelas de Stefan Zweig. 10. Confusión de sentimientos, Stefan Zweig


Acantilado, 2012

I.

            Otra novela breve de Zweig, que indaga en la naturaleza humana. El narrador, un reconocido consejero privado, acaba de cumplir sesenta años y sus colegas de Facultad le rinden homenaje a través de un documento biográfico que compila todos sus trabajos a lo largo de su trayectoria. Pero el propio agasajado sostiene que, si bien se siente agradecido por el gesto, no halla en aquél huellas de su vida; habla sobre su persona sin exponerlo. Por eso aprovecha la ocasión para retrotraerse a su juventud y develar a su numen inspirador.

II.

            Roland, a la sazón él mismo, un joven de diecinueve años, hijo del director de un instituto del norte de Alemania expresa su rebeldía contra los gustos paternos al concluir el bachillerato. Durante su estancia en Berlín elige una vida despreocupada, frecuentando mujeres y la noche antes que los estudios. Humillado por la visita imprevista de su padre, se instala en el centro del país en una pequeña universidad donde descubre al profesor que no sólo lo iniciará en su vocación sino que marcará toda su carrera posterior. El acceso a una habitación cercana a su maestro y su esposa, su acentuado cambio de humor para con el protagonista y el trato frío dispensado a su cónyuge –bastante menor que él pero mucho mayor que su aprendiz- despiertan la curiosidad de éste, quien sospecha la existencia de un enigma oculto.

III.

             Con la prodigiosa pluma con que se le reconoce, Zweig construye en un ciento de páginas un misterio y una revelación para el aún inocente Roland, quien solo puede atisbar reproches ante la angustia que su maestro –a quien admira- le genera en cada desplante o ironía. La tensión se incrementa paso a paso hasta el paroxismo final donde todo encuentra una explicación adecuada.

IV.

            Destaco la composición psicológica de los personajes, cada cual en su rol, y cómo el autor va llevando la trama hasta su desenlace. La descripción de sentires y de reflexiones acerca de los acontecimientos es lo más granado de la novela. Es posible que el lector perspicaz intuya hacia dónde se inclinará la historia con el paso de las páginas, pero eso no limita su lectura; por el contrario, enriquece la mirada sobre los detalles narrativos y los elementos utilizados en su composición y ensamble. Una pequeña joya, de visita más que obligada para quien desee dedicarse a las letras.

martes, 15 de octubre de 2019

Trilogía Hermanas. e-book 49. 3. Las Inviernas, Cristina Sánchez-Andrade


Anagrama, 2014

I.

            Concluyo la Trilogía Hermanas con este ejemplar. Si bien el título no hace referencia al vínculo, de hermanas se trata. Tres fueron los comentarios que me llevaron a él. El primero y más antiguo, era lapidario. El segundo, un par de años posterior al primero, entusiasta. El último, hace relativamente poco, entre aguas. No había manera de dilucidar sin hacer experiencia.

II.

            Han pasado treinta años. Saladina y Dolores vuelven a la Tierra de Chá, aquella aldea que las vio nacer y crecer junto a su abuelo Reinaldo. Exiliadas durante la Guerra Civil y refugiadas en Inglaterra, ambas han adquirido un par de máquinas de coser Singer -y el oficio de costureras-, el dominio del idioma inglés y el amor por el cine. Pero el pueblo gallego donde se ambienta la historia a mediados de los años ’60 de siglo anterior, apenas las ve llegar comienza a inquietarse. Es que la sola presencia de ese regreso remueve un pasado que hubiera sido mejor olvidar.

III.

             Todos guardan secretos que se irán develando a medida que nos adentramos en sus páginas: las hermanas, el abuelo difunto y la gente del pueblo. Y lo que comenzó como una vuelta a la sencillez de una vida rural aislada y monótona se irá transformando según las necesidades de pertenencia, los reclamos de los vecinos y la competencia entre hermanas, en una pérdida del delicado equilibrio que brindaba el pacto de silencio inicial.
La versión digital de un libro que nunca llegó a esta tierra, gentileza de Agnieszka

IV.

            El mayor acierto de Sánchez-Andrade estriba en que toda la historia está condimentada con leyendas y supersticiones pueblerinas, una minuciosa descripción de actividades y sentires de sus personajes –porque todos tienen algo que ocultar-, una pizca de realismo mágico y gran dosis de frustración de vivir una vida sin horizontes ni aspiraciones. Así, la narración cobra relieve y los pormenores sostienen los hechos más significativos de la trama.

V.

           Con una pluma ligera, personajes bien delineados, enigmas y misterios que se aclaran paulatinamente, escenas típicas y mucho contrapunto entre la Fea y la Guapa, el libro resulta una bocanada de aire fresco, sin mayores aspiraciones. Apropiado para un viaje corto o para un fin de semana de descanso.

jueves, 10 de octubre de 2019

Confines. El cielo de los animales, David James Poissant


Edhasa, 2016

I.

            Una revista local lo recomendó hace algún tiempo ponderando sus virtudes, razón por la cual lo adquirí. Dormía el sueño de los justos hasta que un taller de lectura en el que participo lo propuso para compartir entre los presentes. Las apreciaciones personales que han acompañado la experiencia son las que continúan.

II.

            Es una colección de quince relatos –uno doble- de índole diversa, pero todos ellos sufren de bipolaridad. Me explico: por un lado, está la trama con su acontecer propio –real o fantástico-; la otra, desarrolla una historia previa de alguno de los personajes, que entronca colateralmente con lo que está sucediendo en aquélla; eso vuelve al texto atractivo y original en su estructura.

III.

            La pérdida de una hija; el descubrir que tu hijo es gay; un suicida carente de coraje; la traición entre amigos; una pelea de pareja; sostener una relación con alguien amputado –entre otros-, no parecen temas lejanos a la vida cotidiana. Sin embargo, las respuestas humanas que se disparan en algunas de estas situaciones a veces rondan el grotesco, el humor negro o la lisa y llana bizarría. Muchos de los relatos ahondan en los confines del sentir de sus personajes, donde el elemento desencadenante pertenece al presente pero tiene consecuencias en el futuro debido a una historia pasada.

IV.

            Destaco la construcción que Poissant ha efectuado en cada uno de los trabajos, anudando a través de un hecho casi trivial una historia con otra anterior. Por momentos, se asemeja a la crudeza de los relatos de Carver; en otros, al estilo seco y cortante de Richard Ford. La naturaleza de los vínculos, con tintes de enfermedad, desencanto, violencia y desapego se dan cita en una serie de cuentos que asombran, tanto por las imágenes como por la convivencia con el absurdo.

V.

            En estilo coloquial y fluido, el autor nos brinda un texto entretenido con escenas memorables y diálogos imperdibles. Los pocos relatos cortos parecen no aportar más que volumen y los más extensos habrían ganado en contundencia con algunas páginas menos, pero el conjunto mantiene una estructura homogénea y un sabio equilibrio. En síntesis, un libro que se disfruta mucho. Buena ocasión para iniciarse en el universo de Poissant.

sábado, 5 de octubre de 2019

Incunables 9 y Pelibro 17. Tierra mártir

             La génesis de esta combinación tuvo lugar en octubre de 2018 cuando pude acceder a un ejemplar del libro, una primera edición en español que data de 1951; por eso también se incluye bajo la etiqueta de incunables. Al poco, hallé una copia del film –que había pasado ignorado para mi-, y me propuse incluirlo para el presente año.

Libro

TIERRA MÁRTIR


Alan Paton (Emecé, 1951)

            El pastor negro Stephen Kumalo, con residencia en Ndotsheni, Natal, recibe una carta de otro sacerdote en Johannesburgo, anunciando que ha encontrado a su hermana Gertrude ‘muy enferma’ y le ruega que los visite. Así comienza el periplo del viejo pastor, que deberá hacer acopio de entereza y templanza, ante la tragedia que le habrá de sobrevenir, tanto en la persona de su hermana como en la de su propio hijo, del que tampoco tiene noticias desde hace mucho. Para colmo, antes de partir, un asistente le pide que investigue el paradero de la hija de otro fiel.

            Ambientada en Sudáfrica en 1946 -un par de años antes de que se declarase el Apartheid- y estructurada en tres partes, la novela expone las irreconciliables diferencias que se suscitan entre los hombres blancos, con su cultura occidental –y cristiana, en este caso-, y la vida tribal y ancestral de la raza negra nativa. Además, un luctuoso suceso policial envolverá a un poderoso y reconocido hombre blanco y al pastor, de manera de oponer ambas figuras, constituyendo a cada una de ellas en arquetipo de la vida y la perspectiva de las dos razas en pugna.

            Paton exhibe una convivencia que se va tornando cada vez más difícil, sin eludir los problemas y la explotación que la raza blanca ha generado en la sociedad nativa con la excusa del progreso y el bienestar para todos. Para ello, se centra en las minas de oro, verdadero motivo de la colonización neerlandesa e inglesa que, para usufructuar los beneficios, necesitaba de la mano de obra barata que sólo los nativos podían ofrecer. Es por eso que incluye en el texto la lucha obrera –no violenta- de reclamos salariales, junto al impacto que los medios de producción capitalista ejercían en la población nativa, con su secuela de miseria, delincuencia y prostitución.

            No obstante, el autor se vale de uno de sus personajes para exponer sus propias ideas, culpando a la raza blanca de haber sido incapaz de prever las transformaciones a las que sometió a una raza primitiva y tribal con la llegada de su cultura occidental, tanto en lo social como en lo religioso. También promueve el asistencialismo y la educación que sólo los blancos podrían conducir de manera que el resto de la población pudiera autosustentarse, a partir del reparto de tierras y de la producción agropecuaria.

            Con un estilo ameno y coloquial, casi evangélico, protagonistas bien delineados y una sólida descripción narrativa, Paton aboga por un futuro en convivencia armoniosa entre razas.

Film

LLANTO POR LA TIERRA AMADA


Darrell James Roodt (Distant Horizons, 1995)

            Existen dos realizaciones basadas en el mismo libro. La primera, data de 1951 y fue dirigida por Zoltan Korda. La segunda, es la presente.

            Tanto el guión como la puesta en escena respetan en gran medida el contenido del libro de Paton, su ambiente temporal y su geografía. La fotografía es la gran protagonista del film, con sus maravillosos landscapes y claroscuros. Filmada en ambiente natural en Sudáfrica, combina la grandeza del paisaje, lleno de verdes y ocres, con la grisura propia de las ciudades populosas como Johannesburgo. La música, a cargo de John Barry, mantiene el estilo clásico y romántico que le supimos conocer en otro film con la sabana africana de fondo, Out of Africa.

            Respecto de las actuaciones protagónicas a cargo de James Earl Jones y Richard Harris, si bien cumplen con eficacia cada cual su rol, no son tan emotivas como las que figuran en el libro original, ni tan contrapuestas. Cierto es que toda la Primera parte del libro de Paton –casi la mitad del texto- transita con la historia del pastor, sin referencia alguna al hombre blanco –razón por la cual el director fija a Harris en la escena inicial, para que el espectador lo tenga presente y no se olvide de él-, pero tampoco hace del encuentro una suerte de acentuado colaboracionismo entre razas, como Roodt nos intenta hacer creer.

            El resto del elenco acompaña la historia con solvencia, pero Roodt no puede salvar, solo con la solidez de las actuaciones, la ausencia de todas las reflexiones enriquecedoras que Paton efectúa en medio de las escenas trascendentes. Al film le falta la chispa que sí aparece en el libro. Por lo demás, una buena historia con altibajos.
Testimonio del Pelibro 17

lunes, 30 de septiembre de 2019

Trilogía Hermanas. e-book 48. 2. Las hermanas Bunner, Edith Wharton


Contraseña, 2018

I.

            El libro fue ampliamente comentado en la Red. Tras la excelente experiencia de la lectura de Ethan Frome, de la misma autora, y la buena recepción del presente entre el público lector, no pude menos que incorporarlo en mi Trilogía que aborda el vínculo fraterno. Además, narra sobre un par de hermanas de más humilde condición respecto de lo que han sido sus novelas posteriores, más acordes al estrato social al que Wharton pertenecía.

II.

            Ann Eliza y Evelina Bunner sobreviven en un suburbio del Nueva York de fines de siglo XIX, gracias a una tienda en la que venden objetos de mercería en general. No pasan estrecheces pero tampoco huelgan los ingresos. Llevan una vida monótona y rutinaria, sin aspiraciones, hasta que la mayor decide regalarle un reloj a Evelina, por su cumpleaños, de manera de no tener que visitar la plaza para saber la hora del día. Para ello, acude al polvoriento negocio de Herman Ramy quien, con motivo de reparar alguna falla, comienza a frecuentar la vivienda y las vidas de las hermanas, lo que alimenta las ilusiones de ambas.

III.

             Wharton refiere la historia a través de Ann Eliza, a quien su edad resigna de una opción matrimonial en aras de ver feliz a su aún casadera hermana menor. En pos de ello, renuncia a su propia felicidad abnegadamente cuando la ocasión se le presenta, despejando el camino para que Evelina pueda concretar su boda; sólo que la soledad golpeará a su puerta una vez que las hermanas se separen. La falta de noticias y la inquietud acerca del paradero de Evelina harán el resto.

La versión digital, gentileza de Epublibre
IV.

             Destaco la magnífica descripción del entorno geográfico como elemento constitutivo que hace a la psicología de los roles principales; como si hubiera una relación unívoca entre vivienda y personajes. Además, hay un trabajo meticuloso en la elaboración de los rasgos personales de cada uno de éstos. Ellos, junto al arte de la concisión, hacen de esta breve novela un típico ejemplo de literatura clásica.

V.

            ¿Tiene sentido vivir una vida despojada de alegrías en el plano personal, para que aquellos a quienes amamos alcancen la felicidad? Las renuncias y los sacrificios que ello conlleva, ¿garantizan que esas alegrías se trasladen de manera automática? Ese parece ser el núcleo existencial de esta brillante narración. Con estilo fluido y coloquial, Wharton construye una joya literaria. Sin desperdicio.

miércoles, 25 de septiembre de 2019

Trilogía USA. Protagonismo. 2. 1919, John Dos Passos


Edhasa, 2007

I.

            En esta oportunidad, Dos Passos se dispone a dejar constancia de las alternativas norteamericanas al ingresar en la Primera Guerra Mundial –o, simplemente, la Gran Guerra- y la vida en derredor. Para ello, utiliza a algunos de los protagonistas aparecidos en el primer volumen, con lo que la obra mantiene la continuidad narrativa, a la vez que surgen otros nuevos, que se entremezclan con aquellos, forjando así un entramado social.

II.

            Entre los personajes se encuentran un desertor de la Marina, que andará dando vueltas alrededor del mundo como tripulante de barcos; un periodista pacifista, una jovenzuela que se enrola en la Cruz Roja y otra que deambula entre los sindicatos reaccionarios, todos ellos en medio de los avatares de la guerra, los rumores de armisticio, las noches de juerga en París y finalmente el cese con el Tratado de Versalles.

III.

            Dos Passos brinda una mirada poliédrica de los E.E.U.U. de aquel tiempo. Por un lado, capta el espíritu triunfalista con el ingreso a la contienda internacional, y el reconocimiento de los Aliados al esfuerzo norteamericano por brindar apoyo –y brazos de lucha-. Por otra parte, se hace eco de las primeras represiones a las protestas de los trabajadores sindicados bajo el socialismo revolucionario de la I.W.W. Además, recoge la aversión local hacia el surgimiento del socialismo bolchevique en la Rusia de los zares, a partir de la Revolución de Octubre y, por qué no, retrata el clima de fiesta y desenfreno del París de esos años, que daba inicio a lo que luego se tildó como los Años Locos de la década del ’20.

IV.

            Al igual que en el primer volumen, la evolución de cada personaje se acompaña con un Ojo de la Cámara, que reúne testimonios, algunas frases en francés, estrofas de poemas del tiempo y en los Noticiarios repasa titulares de periódicos, noticias singulares y recortes varios de manera de brindar una mirada más panorámica del entorno social. El nervio conductor, en este caso, está puesto en el protagonismo de E.E.U.U. durante la Guerra -verdadero vencedor- y el inicio del dominio imperialista de esa nación.

V.

            En un estilo ágil y ameno, con una estructura que facilita la fluidez literaria, este volumen da cuenta de los cambios sociales y políticos de la época –la aparición masiva del condón y el cigarrillo; las luchas de clases; el desarrollo de la aviación, entre otros-, preámbulo de aquellos que tendrán lugar con el ascenso del nazismo y del fascismo. Un libro interesante.

viernes, 20 de septiembre de 2019

Estéreo Transatlántico 6. Panóptico femenino. La mujer que mira a los hombres que miran a las mujeres, Siri Hustvedt


Seix Barral, 2017

I.

            Lo apunté y adquirí en base a un extenso comentario del libro, en la Red. Lo maravilloso fue verlo en una fotografía en la que Utopía, una excelente lectora, presentaba otro título. No dudé en proponerle que, cuando lo dispusiera, pudiéramos hacer una lectura conjunta del mismo, cosa que ha ocurrido estas últimas semanas. Considero que el intercambio nos ha enriquecido.

II.

            Este libro posee una Introducción, escrita por su propia autora, en la que da aviso de cómo se compone el libro, el material incluido en cada parte y advierte que el presente es una compilación de trabajos que desde el 2011 al 2015 expuso en diversas conferencias, medios, etc. En ese aspecto, el conjunto resulta algo ecléctico; cada uno de ellos bien podría ser leído separado del resto pero, al estar surcado por una mirada netamente femenina, ha convertido ello en el nervio conductor y común denominador de la obra.

III.

            Además, está estructurado en dos partes bien disímiles. La primera reúne, bajo el título de marras, una serie de ensayos acerca del rol de la mujer en el arte y su oposición con la mirada masculina. Inicia con un análisis de pinturas de Picasso, Willem De Kooning y Max Beckmann, quienes exhiben su visión de la mujer y cómo impactan en sus observadores. Prosigue con el valor mercantil del arte –haciéndose eco en la obra de Koons-; en la pintura de Louise Bourgeois se trata la relación entre artista y observador y la violencia en el arte; en la obra de Anselm Kiefer se repasa el Holocausto judío; hay contrapunto entre las fotografías de Mapplethorpe y el cine de Almodóvar; un particular enfoque de la coreógrafa Pina Bausch según Wim Wenders; la importancia del cabello en la sociedad moderna; el análisis de Sontag sobre la pornografía; la eclosión del lado femenino del varón en el relato de Knausgard; la experiencia de la autora como tallerista de escritura creativa en un centro psiquiátrico y los avatares personales como paciente de psicoanálisis.

IV.

            En la segunda, bajo el título ¿Qué somos?, se abordan temas más relacionados con el lenguaje, la psicobiología y la neurolingüística. Partiendo del uso de la primera, segunda y tercera persona en los textos, continúa con el mundo personal de las percepciones; el debate sobre el prejuicio contra las mujeres en diversas áreas y el lugar que ocupa la imaginación; las presunciones sobre la histeria; la mirada sobre el suicidio; el impacto de una obra de arte en nuestras emociones; el significado del recuerdo en el arte; las dificultades en el diagnóstico de enfermedades cerebrales y, finalmente, repasa los pseudónimos de Kierkegaard y sus propuestas.

V.

            En un estilo que alterna lo académico y técnico con las reflexiones que disparan el arte, la ciencia y la mirada femenina de ambos, Hustvedt nos brinda su propio enfoque tanto de las apreciaciones artísticas como de las enfermedades que, con base neurofisiológica y aún con diagnóstico médico, están emparentadas con el lenguaje. En suma, un libro con altibajos, cuyo contenido puede leerse de manera independiente. Agradezco a Utopía quien, con sus aportes, me ha brindado una óptica distinta. Lo que ella ha comentado de este mismo título, que ahonda sobremanera, podéis hallarlo aquí.