Booket, 2007
I.
Quería cerrar el año con un par de
libros señeros, de los que dejan huella; por eso escogí éste entre varios. Fue
Yossi Barzilai quien lo recomendara y me allegara gentilmente la copia digital
hace casi tres años. Luego vinieron las opiniones de dos grandes lectoras,
Utopía y AnaBlasfuemia, quienes mentaron la obra en sendas reseñas. Me pareció
un título digno de cierre y lo encaré.
II.
El propio Umbral se encarga de
contarnos que el libro es una suerte de diario personal que, como tantos otros,
fue escrito en horas dolientes, y abandonado un par de veces, para ser proseguido
a fuerza de empellones y ejercicio de una constancia no siempre presente.
Basado en reflexiones disparadas por la muerte de su hijo, el autor no se
circunscribe al dolor causado por su deceso –aunque es el tema central- sino
que arrastra a otros ámbitos el dolor de la pérdida en general: la vida de un
ser querido, la juventud, las creencias…
La edición digital, gentileza de Yossi Barzilai
III.
Con una prosa que alcanza ribetes
líricos, Umbral construye una sentida expresión del dolor en base a pura
sinceridad, utilizando metáforas elaboradas, letras de canciones y fragmentos
de otros autores que acompañan al texto poético de quien se siente desolado por
la pérdida de ese hijo que encarnaba su compromiso con la vida, con el futuro.
Así, de esa trunca experiencia nos participa Umbral con el esplendor de sus
palabras, giros y toda una gama de recursos estilísticos que ponen de
manifiesto cuánto dolor alberga su corazón ante tamaña ausencia.
IV.
Los libros –su olor y su
tipografía-; la literatura y el ambiente literario –los escritores, sus afanes,
sus sueños, sus bajezas-; las mujeres –el sexo, su carnalidad, el erotismo- son
también parte de este derrotero sin orden, a salto de mata, plenamente
evocativo y reflexivo de un hombre que, sin su hijo, se ha quedado virtualmente
desnudo, sin brújula ni objetivo. Un libro que duele en su contenido, pero de
una belleza estética sin par, recomendable para todo lector sensible.
Yo diría que soy lector sensible pero no sé si lo bastante valiente como para abordar el relato de ese inconmensurable dolor que supone la pérdida de un hijo. No sé si quiero que ahora me estripen el corazón con tal intensidad.
ResponderEliminarVoy a pensarlo.
Besitos de despedida de año.
Evidentemente hay una cuota de dolor, pero no es dramático ni sensiblero. Y Umbral matiza ese dolor con otras reflexiones menos sensibles.
EliminarDale una oportunidad, Guapa.
Besitos de Nochebuena.
Hola Marcelo.
ResponderEliminarTengo este libro apuntado para la compra hace mucho. Tu descripción como un libro de apunte lírico dará un empujón a dicho deseo; siempre busco ese tipo de libros; es mi destino supongo.
Sin embargo, como opinión personal lo digo, y el presente parece apoyar aquella idea que me viene de lejos, decía que mi opinión personal, es que Umbral es un escritor destinado a desaparecer en lo frío de las listas de autores que darían en las escuelas (aunque ya apenas se da literatura en España en las escuelas). ¿Por qué lo digo? porque un autor muy cercano a movimientos políticos, literarios, temporales y culturales muy concretos y muy , digamos, madrileños ( y de ´círculos y periódicos concretos), tienen el futuro cercano a (aunque no sea lo deseable) desaparecer, al modo de tipos (que no digo que sean comparables literariamente hablando) antiguamente Nóbeles como Echegaray o Benavente o el dramaturgo Alfonso Paso o...Pemán, o a su modo Cela cuyos libros ahora son más pasto de segunda mano que no de reediciones, y como lo serán ( a otro nivel)Reverte o Gala o los "libros" de Cebrian o de Prada o Freire o escritores similares...Pan para hoy...
DE todos modos hace poco Kent Follet dijo que él tenía un Jaguar que para qué quería un nobel...(con esto no me refiero precisamente a Umbral)
Un abrazo
cuídate
Hola, Wine
EliminarConfieso que llama mi atención el que no lo hayas leído aún, siendo tú tan inclinado a la poesía, puesto que en este libro escrito en prosa hay una cuota grande de ella.
No estoy muy al tanto del quehacer de Umbral fuera del ámbito literario, aunque sospecho por lo que señalas que el hombre ha participado en otras actividades extra literarias. No es el único caso que conozco: una vez me 'elogiaron' una reseña sobre un libro de Antonio Gala diciendo que 'era extraño que alguien se dignara leerlo aún'. Y se por otros lectores de origen español que Cela no es nada querido ni mucho menos simpático, por más que no le resten mérito literario. Y con Mario Vargas Llosa pasa otro tanto. Parece que la personalidad, las opiniones que vierten o los apegos políticos merman su valor literario.
Por eso siempre quise a Maradona dentro de una cancha de fútbol, demostrando todo su talento con una pelota y nunca me importaron sus opiniones como persona, las que, por lo demás, resultan totalmente opinables como las de cualquiera.
Si me preguntas, tengo miedo de que ese 'pase a retiro' tenga más que ver con las necesidades editoriales que con la valoración subjetiva de los (buenos) lectores. Una suerte de Saturno devorando a sus hijos. O, simplemente, de moda -que la hay, como en cualquier cosa susceptible de venderse como mercancía-.
Un fuerte abrazo para ti.
Hola Marcelo
EliminarCierto, pero míralo por otroa lado, a veces la promoción, o autopromocíon extraliteraría se acaba pagando o sobredimensionando cosas que no son.
un abrazo
cuídate
Hola, Wine
EliminarPor supuesto. El problema, en ese caso, es el uso abusivo de los medios para intensificar las ventas de un producto que, muchas veces, no lo vale. Y su contracara: la participación política o la investigación periodística también lanzan al ruedo literario a gente poco idónea en estas lides.
Un abrazo.
He sido gran lector del Francisco Umbral periodista y articulista, de éstos hay muchos memorables, reflejando su genio literario... y personal.
ResponderEliminarUna figura siempre rodeada de polémica por su carácter lenguaraz. Tengo más de un libro suyo en casa (no éste), aunque no he pasado de escarceos lectores, no obstante considero que ha sido una de las figuras más talentosas de la narrativa hispana contemporánea.
Tengo muy nítida su peculiar presencia, con su sempiterna bufanda blanca y el semblante invariable, hierático, una imagen anacrónica a ojos ajenos... pero a la vez muy suya, como reflejo de todo lo que ha representado en la escena social y literaria.
Un placer leer entradas así, con autores tan valiosos como marginados.
Cuídate. Felices fiestas y buenas lecturas :)
Qué buena semblanza nos regalas de Umbral, Paco!
EliminarNo lo he tenido tan presente como tú, pero es un autor a seguir, aunque sus títulos no abunden en las librerías locales.
Muchas felicidades para ti y tus mujeres.
Un fuerte abrazo.
Este libro fue un zasca a mi creencia de que si no me cae bien alguien, no van a gustarme sus libros. Es verdad que el Umbral columnista me gustaba, pero sus libros no me llegaba. Hasta que llego este (de una forma muy especial) y me conmocionó por su forma de abordar el dolor con tanta belleza.
ResponderEliminarUn largo abrazo, Marcelo.
Agradezco la recomendación que nos brindaste a quienes visitamos frecuentemente tu espacio. Ha sido uno de los mejores libros que he leído en el 2017.
EliminarCoincido contigo, la forma de abordar el dolor es bellísima.
Un gran y fuerte abrazo para ti, Ana.